LA CASA GRANDE
Tenemos a la vista los vestigios de lo que fue esta construcción. Y en mis archivos los Planos de la misma.
Dicha finca no fue precisamente modelo de la arquitectura residencial de los Estados Unidos.
No tenía ninguna semejanza con las clásicas mansiones sureñas con sus frontispicios griegos de altas y esbeltas columnas. Mas bien se asemejaba a las rusticas estancias europeas, de planta cuadrada, adicionada, eso si, con el sinaloense portal de tela de alambre, con marco de herrería, para evitar los mosquitos e insectos propios de la tierra caliente y húmeda.
Fue construida en 1908 cuando se constituyo la United Sugar Cies formada con el Ingenio del Aguila en Ahome y el Ingenio Mochis que inicio operaciones en 1903. Reunía, por supuesto, las comodidades posibles de la época tales como Agua tratada, abanicos eléctricos, solario y piscina interior, y cuarto frio en la Cocina a base de barras de hielo.
Fue hasta 1940 que se instalo un pequeño elevador a la Planta Alta para uso de Doña Inés, muy anciana, que resentía subir por la escalera monumental de la Sala Principal.
Nada extraordinario si se compara con las comodidades de múltiples residencias de la actualidad.
Lo mas notable en todo caso era la Sala Monumental de donde arrancaba, a ambos lados una escalinata a la Planta Alta, con barandal de hierro forjado (no había en esa época soldadura eléctrica) procedente de Florencia Italia. Dicha sala tenia cuatro elementos significativos: un gran Domo de cristal emplomado, un gran Piano de cola, de concierto, un hermoso Reloj de Pie y una gran Pintura al oleo de famoso pintor italiano del Siglo XVIII, todo de origen europeo.
En esta sala tenían lugar las grandes fiestas de la Casa Grande –verdadero hogar de Don Benjamín- que solía ofrecer a sus funcionarios, a la sociedad de Los Mochis y a distinguidos visitantes de USA y de la Capital; sobre todo en Noche Buena, Año Nuevo y Carnaval.
Junto al piano tenia la Sra. Johnston un gabinete con obras en papel pautado de las mas famosas composiciones de los músicos mexicanos de la época de las que era muy aficionado Don Benjamín, especialmente de las de Manuel M. Ponce y de música folklórica. No podía faltar en esas fiestas la Orquesta de Tirso Robles interpretando su pieza favorita: “Jesusita en Chihuahua”
Era notable también la magnifica biblioteca conteniendo varios millares de obras clásicas y populares, por supuesto en idioma Ingles...
Todas las paredes eran de ladrillo cocido, gruesas en extremo, forradas de madera de cedro. Los pisos de la Planta Baja eran de cemento pulido cubiertos de grandes alfombras y tapices persas y las de la planta alta de duela de madera, también de cedro.